sábado, 2 de febrero de 2013

RAJOY Y EL SITIO DE SU RECREO


Para Mariano Rajoy, el tiempo es un aliado, es viento a favor. Su peculiar forma de afrontar los problemas sin tomar decisiones, sin dar la cara, negándolos siempre y ocultándose de las incómodas preguntas de los periodistas, viene de antiguo y es improbable que pueda cambiar, como él mismo ha confirmado hoy ante el Comité Ejecutivo del Partido Popular.

Rajoy ha lanzado un mensaje de transparencia desde la opacidad de un acto en el que no se ha permitido a los periodistas formular preguntas. Y hay que recordar ahora que ya cuando Garzón sacó a la luz el caso Gürtel, cuando todavía Rajoy era líder de la oposición, en 6 meses no aceptó enfrentarse a la prensa ni una sola vez.



Quizá los motivos por los que adopta esta táctica ultradefensiva son la consecuencia de su limitada capacidad dialéctica. Su torpeza ha quedado de manifiesto muchas veces, como aquella en la que, por no entender su propia letra, pareció incapaz de explicar las políticas del PP para los jóvenes. Por tanto, no creo que sea ningún disparate pensar que su curiosa forma de administrar los tiempos sea, en buena parte, la expresión de sus propias limitaciones como líder político.

Hay que recordar que la marea negra del Prestige fueron para él simples “hilillos” de petróleo, y que en el caso Gürtel todos han sido inocentes para él, incluidos Camps y Bárcenas. "Yo quiero un Gobierno como el que preside Jaume Matas en Baleares", dijo en su día. Así que ahora también “todos” están limpios, incluida Ana Mato. Y afirmar que en el PP no hay dinero negro, cuando las investigaciones indican justamente lo contrario y el pasado nos recuerda a Naseiro, es inútil. Rajoy lo sabe y volverá al silencio, el sitio de su recreo.

Foto: Europa Press