sábado, 13 de agosto de 2011

¿Libertad de información o periodismo a medida?

Espero que muy pronto alguien con autoridad en el Partido Popular corrija al diputado Ramón Moreno Bustos en sus nada disimuladas amenazas hacia Ana Pastor. Su insinuación sobre la sustitución al frente de los Desayunos de TVE si el PP gana las próximas elecciones, está fuera de lugar, a menos que vaya a presidir él mismo la Corporación (e incluso así).

La elección de los dos presidentes que ha tenido la nueva Corporación RTVE ha sido resultado del consenso entre los dos partidos mayoritarios. Tanto Luis Fernández como Alberto Oliart, no obstante, no tardaron en ser objeto de las críticas del PP por una supuesta manipulación de la información en favor del Gobierno socialista.


Con el actual modelo, respaldado por una audiencia mayoritaria y una alta valoración de los espectadores, los informativos de TVE están considerados como los más neutrales. Lo dicen también los periodistas que colaboran en sus tertulias y que representan líneas editoriales muy diferentes en sus respectivos medios. Mi experiencia personal en los telediarios me permite afirmar con rotundidad que tal valoración es exactamente la misma si se analiza desde dentro.

No es ningún misterio que todos los medios, también los privados, reciben presiones desde el Gobierno de turno. Sin embargo, pocas veces se dice que pueden ser aún mayores las que provienen de la oposición, incluso desde los partidos minoritarios. Es curioso que estos critiquen al Gobierno al mismo tiempo que hacen todo lo posible por orientar las noticias a su favor. Esto es algo con lo que los responsables de los medios de comunicación y sus periodistas estamos acostumbrados a vivir un día sí y otro también. En los telediarios y en los informativos del más modesto canal de televisión, radio o periódico de provincias.

Lo que ocurre ahora con el ataque de este diputado del PP a Ana Pastor es consecuencia de esto, pero también de un afán consciente por desacreditar la imparcialidad cuando no es favorable a los intereses partidistas. Minimizando las noticias que les perjudican, infamando al medio y al periodista, muchos políticos intentan evitar el control de la sociedad sobre sus abusos y errores.

Rodolfo Walsh dijo que el periodismo es libre o es una farsa. Tendrá que llegar el día en el que, de una vez por todas, los políticos españoles acepten que un medio estatal de comunicación debe depositar en manos de profesionales del periodismo la función de informar y, por supuesto, la de equivocarse en el libre ejercicio de su labor. Sin embargo, parece que una buena parte de los políticos desearían que los telediarios los editaran sus jefes de prensa. Así se ha hecho en ocasiones en medios públicos, también por parte del mismo Partido Popular que denuncia falsamente lo que hace realmente en televisiones sobre las que gobierna a su antojo.

Tiene razón Ana Pastor cuando dice que si todos los partidos se quejan de su labor es porque se están haciendo las cosas bien. Replica Ramón Moreno en su blog que “esta es una vieja coartada que se emplea para descartar de plano cualquier atisbo de autocrítica”. Lo dice porque, sin duda, el verdadero argumento de este diputado, como el de muchos otros políticos de todo signo, es que sólo los medios que cuentan las cosas como a ellos les parece son verdaderamente objetivos. Curioso concepto de la libertad de expresión e información. Curioso y nefasto para la salud democrática de un país.

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